RECOMENDACIONES DE ALIMENTACIÓN INFANTIL
DURANTE LOS 2 PRIMEROS AÑOS DE VIDA
Queridos lectores,
aunque este blog es predominantemente de información meteorológica y de montaña, siendo pediatra, me permito la licencia de dejar unas recomendaciones sobre alimentación infantil que elaboré este verano para las mamás y los papás de los niños del Centro de Salud de Aínsa.
Durante una de las revisiones que hacía a un lactante este verano, su papá, asiduo seguidor del blog, me sugirió que las colgara en el blog, pues muchos de los lectores, además de montañeros, son también mamás y papás y estarían interesados en unas recomendaciones sobre algo que los padres demandan tanto a los pediatras.
De entrada les diré que los médicos en general, incluidos los pediatras, sabemos más bien poco sobre nutrición. Nos han hecho estudiar muchas enfermedades, pero poco sobre nutrición (y menos sobre el alma, los sentimientos o la empatía hacia el paciente, aunque esto está cambiando últimamente, a mejor).
Como no sabía como poner un PDF en el blog, he decidido copiar y pegar las líneas e imágenes del PDF que entregaba a los padres que venían a las revisiones de los primeros meses de vida.
A algunos les sorprenderán algunas de estas recomendaciones.
Nada es un dogma y no hay una única forma de alimentar (o criar) a los hijos. Pero muchas ideas creo que les resultarán interesantes.
Yo mismo (como pediatra poco formado en nutrición) me he sorprendido de muchas de las cosas que he aprendido este verano conforme estudiaba y profundizaba un poco sobre este tema tan interesante como es la alimentación, y en concreto, la alimentación de los bebés.
Espero que les sea útil.
Jorge García-Dihinx
RECOMENDACIONES DE ALIMENTACIÓN INFANTIL
DURANTE LOS 2 PRIMEROS AÑOS DE VIDA
Centro de Salud de Aínsa, Sector Barbastro. Huesca
Pediatra Jorge García-Dihinx Villanova
Agosto 2015
Nota introductoria:
En los últimos años se han ido dando por escrito unas recomendaciones rígidas sobre la alimentación infantil, heredadas de épocas en que no se sabía tanto sobre la composición de la leche. La llamada “fórmula” se hacía hace 80 años con leche hervida, donde la vitamina C se destruía, lo que obligaba a dar zumos de naranja y papillas de frutas a los bebés a edades muy tempranas para que no tuvieran el escorbuto.
Hoy se sabe que todos esos nutrientes (incluida la Vitamina C) están en cantidades más que suficientes en la leche materna y que éste es el alimento más importante durante el primer año de vida y el único recomendable durante los primeros 6 meses de vida. A la luz de las nuevas evidencias científicas, hoy se recomiendan unas normas mucho más laxas y respetuosas con las costumbres culturales y gastronómicas, conociendo las necesidades reales de alimentación de nuestros lactantes.
La alimentación de un bebé le nutre y le permite adquirir y aprender unos hábitos saludables de cara a su niñez, su posterior adolescencia y lo más importante, su vida adulta. Hay que pensar a largo plazo, en la salud de su hijo para toda su vida. La alimentación de toda la vida es mucho más importante que la de unos pocos meses. Debemos de empezar bien, para seguir bien.
Estos primeros 1.000 días empiezan desde la concepción. Los alimentos que la madre ingiere durante el embarazo pasan su sabor al líquido amniótico que el feto va deglutiendo durante la gestación. Así, una madre que coma sano, transmite sabores de comida sana a su futuro hijo, que probablemente tendrá más facilidad para aceptar sabores de comida sana que de comida basura.
Este proceso se continúa en la lactancia. También los sabores de los alimentos que la madre ingiere pasan a la leche materna y continúan educando el gusto por la comida sana en el niño. Los padres deben de dar ejemplo y habituarse a comer comida sana, fresca, no manufacturada, lejos de la llamada “comida rápida” o “comida basura”.
Lo puedes comprobar en este pequeño vídeo: Los primeros 1.000 días...
Los niños aprenden imitando. Imitan a las personas que más quieren y admiran, es decir, a sus padres. Los hijos de padres que comen sano siguen comiendo sano en su niñez, en su adolescencia y en su vida adulta, época donde es más importante comer bien para evitar la obesidad que hoy preocupa tanto. No nos cansaremos de repetir lo importante que es la alimentación sana de los padres para conseguir una buena alimentación de los hijos. Hay que empezar a dar ejemplo desde el principio. Esto redundará en una mejor salud de toda la familia.
En este vídeo tienes los 1.000 primeros días, mostrados hacia atrás (precioso)
NOTA: Estas recomendaciones también pueden utilizarse para niños alimentados con leches artificiales: leches adaptadas de inicio (tipo 1) o de continuación (tipo 2), aunque debe usted saber que no son equivalentes. Las leches artificiales son sucedáneos. No llegan a ser fieles a la leche materna.
En estos folios no vamos a hablar de los beneficios de la leche materna o de los riesgos de la leche artificial, que entraría dentro de otro tema.
En estos folios no vamos a hablar de los beneficios de la leche materna o de los riesgos de la leche artificial, que entraría dentro de otro tema.
Por supuesto, ninguna madre está obligada a dar el pecho. Es una decisión libre. La obligación es de los pediatras y de los profesionales de la salud en promocionar y recomendar, con entusiasmo, la lactancia así como ayudar a las madres que deseen amamantar a sus hijos.
Dicho esto, empezamos!
Dicho esto, empezamos!
Los primeros 6 meses: Leche materna exclusiva
“La leche humana es el alimento de elección durante los 6 primeros meses de la vida para todos los niños”.
Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria
La lactancia materna, exclusiva y a demanda cubre todas las necesidades de esta época, la de máximo crecimiento de su bebé.
Es la etapa más importante de todas y por ello necesita la alimentación más perfecta. No existe nada más completo y nutritivo para un bebé durante esos 6 primeros meses.
Es la etapa más importante de todas y por ello necesita la alimentación más perfecta. No existe nada más completo y nutritivo para un bebé durante esos 6 primeros meses.
Durante ese tiempo su bebé no necesitará nada más: ni agua, ni zumos ni infusiones. Lo mismo si usted le da leche adaptada de inicio.
Aunque algunos pediatras todavía sigan recomendando la introducción de papillas de frutas a los 4 meses, esta práctica no tiene ninguna justificación nutricional, pues azúcares similares (la lactosa en vez de la fructosa) y las vitaminas (como la Vit C) están ya en la leche materna.
La introducción de la alimentación complementaria a los 4 meses está relacionada con la obesidad a largo plazo.
Por otro lado, no es hasta alrededor de los 4-5 meses cuando empieza a desaparecer el “Reflejo de extrusión” por el cual el niño tiende a rechazar cualquier objeto que se intente introducir en la boca. Por eso rechazan a menudo la cuchara a edades tan tempranas.
La clásica introducción de las papillas al 4º mes todavía se mantiene en algunos sectores y son varias las causas que mantienen esta práctica:
- La incorporación al 4º mes de la mujer al trabajo dificulta la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses (como recomienda la OMS desde el 2002) y así, las papillas tienen que entrar en escena. A esa edad, por supuesto, el bebé todavía no puede comer sólidos, sólo papillas. Estará preparado para sólidos a partir del 6º mes.
- El bebé normal, del 4º al 6º mes, gana peso a menor velocidad que en los primeros 4 meses. Esto algunas madres y algunos pediatras lo interpretan como que la leche materna es insuficiente y deciden suplementar con cereales, lo cual no sólo es un error sino que no está indicado.
Esta creencia de que el pecho no engorda lo suficiente se ve acrecentado porque las curvas de crecimiento de que disponemos los pediatras en el ordenador de la consulta del Centro de Salud están elaboradas con niños alimentados con biberón (“sobre-alimentados con biberón”, podríamos decir, pues son los niños que han precedido a la población infantil obesa actual).
El patrón de referencia de crecimiento normal de los niños alimentados al pecho (Tablas oficiales publicadas por la OMS) muestran una ganancia de peso “normal” menor que los de biberón. Es decir, que un niño de 4 meses alimentado al pecho, situado en el percentil 10 de las gráficas de su pediatra es realmente un niño en el percentil 20 en las gráficas de la OMS de niños amamantados.
Esta creencia de que el pecho no engorda lo suficiente se ve acrecentado porque las curvas de crecimiento de que disponemos los pediatras en el ordenador de la consulta del Centro de Salud están elaboradas con niños alimentados con biberón (“sobre-alimentados con biberón”, podríamos decir, pues son los niños que han precedido a la población infantil obesa actual).
El patrón de referencia de crecimiento normal de los niños alimentados al pecho (Tablas oficiales publicadas por la OMS) muestran una ganancia de peso “normal” menor que los de biberón. Es decir, que un niño de 4 meses alimentado al pecho, situado en el percentil 10 de las gráficas de su pediatra es realmente un niño en el percentil 20 en las gráficas de la OMS de niños amamantados.
Las recomendaciones escritas en estas páginas que usted está leyendo no incluyen los beneficios probados del amamantamiento por tres razones:
• La primera, porque el amamantamiento es la manera natural y específica de especie para alimentar a las crías humanas y, por lo tanto, no se requieren pruebas que lo apoyen.
• En segundo lugar, porque “el amamantamiento exclusivo y a demanda es, entre todas las formas de alimentación, el modelo de referencia o norma con el que se deben comparar los demás en cuanto a crecimiento, desarrollo, salud y todos los demás resultados a corto y largo plazo”. Así que el trabajo de demostrar la superioridad o equivalencia de las formas alternativas de alimentación de los lactantes y niños pequeños debe recaer en los que proponen dichas alternativas. American Academy of Pediatrics Section on Breastfeeding. Breastfeeding and the use of human milk. Pediatrics 2005; 115:496-506
• Por último, porque los beneficios del amamantamiento son ya bien conocidos y fácilmente accesibles en numerosas revisiones de publicaciones profesionales y en muchas declaraciones oficiales.
Le dejo unas palabras del Dr. Carlos González sobre la lactancia materna:
Es una forma de relación física y afectiva
Es contacto frente a la soledad
Consuelo frente a la tristeza
Seguridad para descubrir el mundo
Anestesia para el dolor
Es también un complejo sistema de protección inmunitaria...
...Y además, casi por casualidad, resulta que además, alimenta.”
Dr. Carlos González (Fundador y Presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna)

Allí se conserva durante varios meses, de manera que las horas que usted se ausente en el trabajo, su bebé pueda, entre el 4º y el 6º mes, seguir tomando lactancia materna exclusiva y continuar con ella más adelante, junto con los alimentos sólidos que alrededor del 6º mes usted empiece a ofrecerle.
Lactancia a demanda:
Lactancia a demanda significa ofrecer el pecho siempre que el bebé lo pida, (sin contar el número de tomas) y todo el tiempo que pida (sin fijarnos en la duración de cada toma). No es conveniente retirar al bebé del pecho, sino que es preferible que suelte el pecho espontáneamente. Lactancia a demanda no es “10 minutos de cada pecho cada 3 horas”.
Desde el 6º mes y hasta el año de vida: Leche materna + comida normal
"A partir de los seis meses de edad se recomienda continuar con la lactancia materna, junto con alimentos complementarios apropiados, hasta los dos años de edad o más."
Organización Mundial de la Salud 2012
Con la llamada “alimentación complementaria”, es decir, lo que damos al bebé además de la leche materna (que hasta el año es el principal alimento del bebé) se persiguen 2 objetivos:
1) Que el bebé disfrute comiendo
2) Que sus preferencias gustativas se decanten hacia alimentos sanos.
En la alimentación complementaria la nutrición no es tan importante (casi toda la nutrición seguirá recayendo en la lactancia materna).
La alimentación complementaria se podría definir como:
"La etapa en la que los padres, con paciencia, empiezan a ofrecer a sus hijos alimentos saludables habituales en la dieta de la familia,
respetando las señales de hambre y de saciedad del niño, así como sus gustos y preferencias.
Se irá incrementando gradualmente la variedad de texturas, sabores, aromas y apariencia, siempre manteniendo la lactancia materna a demanda.
Los alimentos preferiblemente se ofrecerán después de la leche materna."
Julio Basulto. Se me hace Bola.
"La etapa en la que los padres, con paciencia, empiezan a ofrecer a sus hijos alimentos saludables habituales en la dieta de la familia,
respetando las señales de hambre y de saciedad del niño, así como sus gustos y preferencias.
Se irá incrementando gradualmente la variedad de texturas, sabores, aromas y apariencia, siempre manteniendo la lactancia materna a demanda.
Los alimentos preferiblemente se ofrecerán después de la leche materna."
Julio Basulto. Se me hace Bola.
Hasta hace bien poco, esa etapa de la llamada “alimentación complementaria”, consistía en una lista de normas bastante estrictas que los pediatras daban por escrito a los padres (fotocopia de una fotocopia del pediatra anterior).
Normas que se iniciaban con la famosa papilla de frutas a los 4 meses. Algo sin ninguna base nutricional, ahora que sabemos que la leche tiene todas esas vitaminas y que alimenta mucho más que las frutas.
A los 4 meses de edad no se debe de dar nada que no sea leche materna Organización Mundial de la Salud.WHO. Complementary Feeding: Report of the Global Consultation and Summary of Guiding Principles. Geneva, Switzerland: World Health Organization; 2001.
El orden no importa tanto
El clásico orden de 1º las frutas, 2º los “cereales sin”, 3º “cereales con” (gluten), 4º el pollo, 5º la yema de huevo, más tarde la clara de huevo, luego el pescado blanco, más tarde el pescado azul, al año de edad las legumbres, etc… se ha demostrado, en los últimos 10 años (OMS, AAP, AEP, EPSGHAN), que carece de justificación científica.
Las actuales guías internacionales sobre nutrición infantil empiezan a reconocer que lo importante es respetar el apetito del niño, sus preferencias y los aspectos culturales y gastronómicos de cada familia y país, sin importar el orden de introducción de los alimentos.
Es decir, a partir del 6º mes (180 días de vida) se puede“empezar a ofrecer” comida variada al niño. No decimos “obligar a comer” sino empezar a ofrecer. Sin apenas restricciones. La lactancia materna seguirá siendo la fuente principal de alimentación hasta el año de vida,
A partir de los seis meses de edad se recomienda continuar con la lactancia materna, junto con alimentos complementarios apropiados, hasta los dos años de edad o más, recomendándose continuarla durante del 2º año y luego hasta que madre e hijo deseen. Organización Mundial de la Salud 2012
La fecha del 6º mes es aproximada. Es el propio niño el que le indicará cuándo está preparado, quizás al 5º mes o quizás al final del 7º mes. El mostrará si tiene apetencia por llevarse a la boca alimentos distintos de la leche.
Como decíamos, a partir del 6º mes usted puede ofrecer comida variada al niño, sin apenas restricciones.
Lo único que usted no debería dar antes del año de edad es miel (por el peligro del botulismo) ni leche de vaca normal (por la anemia que produciría, además de por su exceso de proteínas, grasas saturadas y solutos, entre otras razones).
Lo único que usted no debería dar antes del año de edad es miel (por el peligro del botulismo) ni leche de vaca normal (por la anemia que produciría, además de por su exceso de proteínas, grasas saturadas y solutos, entre otras razones).
Por supuesto, tampoco los frutos secos. No porque puedan dar alergias sino por su forma redonda y dura. Una forma que al morderla el niño, puede salir disparada hacia detrás, al fondo de la boca y asfixiarse. Los frutos secos están desaconsejados hasta los 5-7 años según algunos autores. Lo mismo con cerezas, uvas enteras o zanahoria cruda sin cortar.
Pero quitando estos 3 alimentos mencionados, usted puede ofrecer a su hijo una gran variedad de comidas desde el 6º mes, que irán aumentando en cantidad hacia el 8º y el 10º mes.
Recuerde la palabra variedad, pues salvo la leche materna, ningún alimento puede permitir una nutrición completa sino la mezcla de muchos de ellos. Esto será una constante en la alimentación en toda la vida de su hijo: la variedad en su dieta.
Los niños comen más cuando se les ofrece una dieta variada que cuando ésta es monótona.
Los niños comen más cuando se les ofrece una dieta variada que cuando ésta es monótona.
Es importante que los niños, para quienes los alimentos complementarios son inicialmente desconocidos, prueben los nuevos alimentos repetidamente durante el periodo inicial de la alimentación complementaria con el fin de desarrollar patrones sanos de preferencia alimentaria.
Se ha sugerido que es necesario un mínimo de 8-10 exposiciones, y que aparece una clara aceptación del alimento después de 12-15 de tales exposiciones. No se preocupe si su hijo rechaza un alimento al principio.
Es normal el rechazo de los alimentos nuevos, conocido como Neofobia. Estos deben ofrecerse repetidamente y aunque al principio hayan sido rechazados a menudo son aceptados con posterioridad. Los niños que están con lactancia materna pueden aceptar los sólidos más pronto que los alimentados con fórmula, y esto puede ser debido a que están acostumbrados a una variedad de aromas y olores de la dieta materna que pasan a través de la leche de sus madres. ¡Coma usted sano y ya habrá ganado mucho!

Es decir, que la razón por la que se ofrecen al niño alimentos distintos a la lecha materna a partir de los 6 meses, más que nutricional, es educacional.
Si a partir del año de vida la leche materna va a ir dejando paso a la alimentación normal del resto de la familia, conviene que el niño empiece a aprender a comer otros alimentos antes del año. Poco a poco, iniciando ese aprendizaje cuando empiece a estar preparado, es decir a partir de los 6 o 7 meses, que es cuando un niño ya puede sentarse con apoyo.
Esto puede variar de un niño a otro y algunos están preparados algo antes o algo más tarde, quizás a los 7 meses. Dar de comer sólidos a un niño a una edad en que no pueda sentarse recto (aunque sea con apoyo) es algo antinatural, algo que sus antepasados nunca hicieron, pues no existían las papillas hace un siglo y tumbados los niños se habrían atragantado con los sólidos.
El niño alrededor de los 6 meses no necesita otra alimentación que ayude a completar a la lactancia materna. La leche materna sigue siendo la principal fuente de alimentación infantil hasta el año de vida.
A dicha edad puede empezar a probar distintas texturas, sabores, consistencias. No hacen falta grandes cantidades sino más bien pequeñas, pequeños trocitos. Por eso es recomendable darle el pecho antes, para que no necesite “saciarse” con trocitos que inicialmente no podrá comer bien y que provocaría frustración si estuviera hambriento. Más bien estará jugando el primer mes. A partir del 8º mes ya empezará a alimentarse más.
El bebé puede empezar a utilizar sus manos para coger la comida que usted le pueda dejar a su alcance mientras está sentada en la mesa con su hijo en su regazo o bien con el niño en una trona junto a la mesa, con sus padres.
Del 6º al 8º mes necesitarán trozos grandes, que puedan abarcar con toda la mano, pues aún no tienen destreza. Es a partir del 9º mes cuando logran hacer “la pinza” utilizando el índice y el pulgar, lo que ya les capacitará para agarrar alimentos más pequeñitos, como un guisante.
Como decíamos, si realmente hace falta algún nutriente del que haya poco en la leche materna, este sería el hierro. Por ello se recomienda que los niños, a partir de los 6 ó 7 meses empiecen a probar algo de carne, ya sea pollo, ternera o la carne roja que usted tenga en casa. Pero no la papilla de frutas.
Por supuesto puede darle papillas o triturados, si usted lo prefiere, especialmente al principio, los primeros meses. Pero algunos pediatras no recomendamos que esa etapa se alargue mucho y le explicaré el porqué.
El niño al que le meten una papilla de cereales con cuchara (se la quiera comer o no) no aprende nada. No aprende a distinguir los sabores de los distintos cereales (pan, pasta, arroz) ni sus texturas. Lo mismo con la papilla de frutas.
Un niño que prueba un trocito de pera, de plátano, de fresa, de manzana, está aprendiendo a diferenciar sabores y a aprender cómo es cada pieza de fruta. El que se toma una papilla de 5 frutas, todas mezcladas, sin saber a qué sabe cada una de ellas, no aprende nada. Y realmente, de aprender se trata, pues todas esas vitaminas ya las lleva la leche materna. Se trata de aprender a comer comida normal, no de llenar la tripa de su hijo con una papilla de fructosa.
Piense, ¿toma usted una papilla de 5 frutas todos los días?
¿Son imprescindibles las papillas?

Si uno se mete en el camino de las papillas a los 6 meses y sigue a los 8-9 meses, quizás no pueda salir en muchos años.
Es decir, la misma madre que a los 9 meses está orgullosa de que su hijo “se termine” la papilla, acude luego desesperada a la consulta a los 3 años de edad porque su hijo sólo come papillas y triturados y si aparece un trozo sin triturar, le da arcadas y lo escupe.
Esto ocurre porque nunca de le permitió aprender de forma natural a comer comida normal cuando tuvo “la ventana de oportunidad”. Esa ventana que aparece entre los 7 y los 10 meses de edad.
Como hemos dicho, la razón de ofrecer los sólidos a los niños a partir de los 6-7 meses es educacional, más que nutricional. Piense a largo plazo: ¿Qué tipo de comida quiere que su hijo coma al año de vida, a los 2 años, a los 5 años? ¿Triturados o comida normal?
Si quiere que coma “comida normal” como la que comen ustedes, será lógico que empiece a aprender a comer dicha comida poco a poco. Si le ofrecemos papillas no sólo no está aprendiendo a comer comida normal sino que, cuando usted quiera que su hijo coma la comida normal, tendrá antes que “desaprender” a tomar la papilla, para empezar a aprender a masticar.
Los hitos del desarrollo en la vida de los niños se alcanzan de forma natural, no porque los adultos se los enseñemos. Su hijo intentará a aprender a andar cuando él se vea preparado, a los 10 o a los 12 o a los 14 meses. Y se caerá, por supuesto, pero terminará aprendiendo a caminar. Y usted lo vigilará aprender a caminar pero le dejará que él solo vaya aprendiendo.
Pues igual que un niño aprende a caminar él solo cuando está preparado, un niño debe aprender a masticar, a utilizar sus manos, su lengua, sus encías, para aprender a comer comida normal cuando él muestre signos de que está preparado, signos de que quiere probar las cosas que usted come.

La digestión comienza en la boca, con las enzimas de la saliva y con la masticación. Sin embargo la papilla entra de golpe en el estómago sin esa digestión inicial de la boca. Ya es una forma no natural de aprender a comer bien, ¿no le parece?
En esta charla de 18 minutos de Carlos González tiene ustede un perfecto ejemplo:
No se la pierda, es una conferencia magistral
Piénselo bien. Esta alimentación “guiada por el bebé” ya comienza desde el nacimiento en los niños que son amamantados.
El bebé que mama el pecho aprende a mover la lengua para exprimir el pecho y ya tiene gran parte del camino aprendido respecto al que le dan el biberón. El niño al pecho decide cuándo está saciado, sin que su madre le obligue a terminar ningún biberón.
Ese bebé mama “a demanda” y él guía las tomas. Ya come solo, aunque no nos demos cuenta. Respetamos que mame los minutos que necesite para vaciar el pecho y respetamos que deje de mamar cuando ya no quiere más. Su mecanismo de saciedad (que reside en el hipotálamo) le indica hasta cuándo debe mamar.
Esto redunda en una conducta alimentaria sana en la edad adulta, basada en el apetito y no en terminar el biberón o dejar el plato limpio. Los niños del “club del plato limpio” son primos-hermanos del “club de la obesidad”.
El bebé que mama el pecho aprende a mover la lengua para exprimir el pecho y ya tiene gran parte del camino aprendido respecto al que le dan el biberón. El niño al pecho decide cuándo está saciado, sin que su madre le obligue a terminar ningún biberón.
Ese bebé mama “a demanda” y él guía las tomas. Ya come solo, aunque no nos demos cuenta. Respetamos que mame los minutos que necesite para vaciar el pecho y respetamos que deje de mamar cuando ya no quiere más. Su mecanismo de saciedad (que reside en el hipotálamo) le indica hasta cuándo debe mamar.
Esto redunda en una conducta alimentaria sana en la edad adulta, basada en el apetito y no en terminar el biberón o dejar el plato limpio. Los niños del “club del plato limpio” son primos-hermanos del “club de la obesidad”.
El niño que al introducir los sólidos “come solo” sigue aprendiendo a entender las señales de la saciedad, para dejar de comer cuando está saciado.
El niño que toma papillas las ingiere tan rápidamente que no da tiempo a que ocurra el reflejo de saciedad. Come más de lo que necesita...
Pero además tampoco elige cuánta papilla come, pues habitualmente los padres intentan que el bebé “se termine la papilla que le toca”. Este mal hábito de seguir comiendo sin hambre, por obligación, es causante de gran parte de los trastornos de la alimentación del adulto y de la obesidad infantil (y de la edad adulta). Una de las causas de morbi-mortalidad del siglo XXI más fácilmente prevenibles, ya desde la infancia.
El niño que toma papillas las ingiere tan rápidamente que no da tiempo a que ocurra el reflejo de saciedad. Come más de lo que necesita...
Pero además tampoco elige cuánta papilla come, pues habitualmente los padres intentan que el bebé “se termine la papilla que le toca”. Este mal hábito de seguir comiendo sin hambre, por obligación, es causante de gran parte de los trastornos de la alimentación del adulto y de la obesidad infantil (y de la edad adulta). Una de las causas de morbi-mortalidad del siglo XXI más fácilmente prevenibles, ya desde la infancia.
Nunca, jamás de los jamases, obligue a su hijo a comer. No lo haría usted con su pareja, ¿verdad?
Respete el apetito de su hijo como hace con el de su pareja. Nunca dé de comer a un niño que llora y que no quiere comer más.
No sólo es indigno, sino que además es peligroso. Meter la cuchara en la boca de un niño que llora tiene peligro de aspiración al pulmón. Respete el apetito de su hijo. Trátelo como a una persona normal.
No sólo es indigno, sino que además es peligroso. Meter la cuchara en la boca de un niño que llora tiene peligro de aspiración al pulmón. Respete el apetito de su hijo. Trátelo como a una persona normal.
Esta cultura de dejar que el niño guíe la introducción de los alimentos sólidos la puede buscar usted en internet bajo las palabras: “Baby Led Weaning”. Podrá ver múltiples vídeos en YouTube de madres y padres ofreciendo los primeros trocitos de alimentos a sus hijos entre el 6 y el 7º mes de vida.
También puede leer el libro Baby Led Weaning traducido al español y titulado “El niño ya come solo” de Gill Rapley y Tracey Murkett (le resultará muy interesante, ya verá).
También puede leer el libro Baby Led Weaning traducido al español y titulado “El niño ya come solo” de Gill Rapley y Tracey Murkett (le resultará muy interesante, ya verá).
Aquí tiene el vídeo. Me encanta...
Salen los 120 primeros días de alimentación sólida de un niño, tras tomar pecho exclusivo durante 6 meses y medio.
Salen los 120 primeros días de alimentación sólida de un niño, tras tomar pecho exclusivo durante 6 meses y medio.
Por supuesto que deberá usted (padre o madre) ofrecer a su hijo de 6 o 7 meses una comida que pueda ingerir.
Y claro que puede darle purés, triturados y alguna papilla inicialmente, si aún no le ve preparado y quiere introducirle alimentos ricos en hierro.
Pero la idea es que antes del 8º o 9º mes ya pueda ir probando comida normal, en trocitos. Es muy aconsejable darle comida blanda, chafada, para que la vaya probando sin tener que empezar por alimentos duros.
Y claro que puede darle purés, triturados y alguna papilla inicialmente, si aún no le ve preparado y quiere introducirle alimentos ricos en hierro.
Pero la idea es que antes del 8º o 9º mes ya pueda ir probando comida normal, en trocitos. Es muy aconsejable darle comida blanda, chafada, para que la vaya probando sin tener que empezar por alimentos duros.
Y claro que se manchará. Se pondrá todo perdido. Es un problema de lavandería, nada más. Pero es importante desarrollar la autonomía de su hijo en la comida. Él quiere aprender a comer y hemos de permitírselo.
NOTA IMPORTANTE: El bebé siempre deberá estar supervisado mientras come, con su madre o su padre mirándole. Es peligroso dejar solo a un lactante cuando está comiendo.
NOTA IMPORTANTE: El bebé siempre deberá estar supervisado mientras come, con su madre o su padre mirándole. Es peligroso dejar solo a un lactante cuando está comiendo.
Puede, como en el dibujo, chafarle las patatas que haya cocinado usted para toda la familia y ofrecerle pequeños trozos chafados.
Puede ofrecerle pequeños trozos de carne. Con que chupe el jugo ya está obteniendo el hierro que necesita, porque no necesita mucho más. Las proteínas que toma con el pecho o la leche adaptada cubren de sobra sus requerimientos. No necesita mucha carne.
Con la carne magra usted le proporciona proteínas y es una fuente importante de minerales como hierro y zinc. Puede ofrecérsela cortada en trocitos o machacada o bien picada, durante esos primeros meses.
Los cereales: arroz, maíz, trigo, avena, cebada, centeno (estos últimos 4 son con gluten) son una buena fuente energética para el niño a partir del 6º mes. Con algunos de ellos elaboramos productos como el pan o la pasta. Puede darle gluten al 6º mes. De hecho se recomienda no introducirlo más tarde del 7º mes.
Las verduras, legumbres y frutas proporcionan vitaminas, minerales, almidón y fibra. Constituyen el aporte más importante de vitamina C y vitamina B. Comiendo vegetales ricos en vitamina C junto con alimentos ricos en hierro tales como judías, lentejas y cereales integrales, se puede incrementar la absorción de “hierro no-hem” contenido en ellos.
Las verduras de hoja verde oscura y las frutas y vegetales de color anaranjado son ricos en carotenoides, que son transformados en vitamina A; y las verduras de hoja verde oscura son ricas también en folatos y tienen cantidades importantes de potasio y de magnesio.
Por lo tanto, es recomendable elegir vegetales y frutas variadas diariamente para satisfacer las recomendaciones nutricionales diarias, aparte de sus propiedades antioxidantes.
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Un poquito de aceite (preferiblemente de oliva) añadirá un plus de calorías y de ácidos grasos poli-insaturados.
Las verduras de hoja verde oscura y las frutas y vegetales de color anaranjado son ricos en carotenoides, que son transformados en vitamina A; y las verduras de hoja verde oscura son ricas también en folatos y tienen cantidades importantes de potasio y de magnesio.
Por lo tanto, es recomendable elegir vegetales y frutas variadas diariamente para satisfacer las recomendaciones nutricionales diarias, aparte de sus propiedades antioxidantes.

Los niños a esta edad todavía necesitan una importante cantidad de calorías y estos alimentos (frutas y hortalizas) en realidad tienen pocas, por eso los niños suelen tener preferencia por las frutas con más calorías, como el plátano (90 kcal/100g) o la manzana (52 kcal/100g), frente a las sólo 20 kcal/100g de verduras, que por eso,habitualmente les atraen menos.
Un poquito de aceite (preferiblemente de oliva) añadirá un plus de calorías y de ácidos grasos poli-insaturados.
El pescado es otra fuente importante de proteínas de alta calidad y de aminoácidos esenciales. Puede ofrecerle trocitos de pescado blanco (merluza, gallo, lenguado) que también llevan hierro, zinc y yodo, pero también de pescadito azul pequeño (que además lleva omega 3, importante para el desarrollo cerebral del bebé). Un trocito de sardina (sin espinas) lleva omega 3, proteínas y hierro, entre otras muchas cosas.
El miedo a la introducción del pescado azul antes del año estaría justificado si a su hijo le diera un gran atún que haya podido acumular gran cantidad de mercurio en su tejido graso. Pero si usted le da algún trocito de pescado azul pequeño junto otros alimentos distintos, su hijo no se va a intoxicar.
Respecto al pescado azul grande (pez espada, lucio, atún rojo o conservas de atún) puede la información de la Agencia Española de Seguridad alimentaria pinchando aquí.
Respecto al pescado azul grande (pez espada, lucio, atún rojo o conservas de atún) puede la información de la Agencia Española de Seguridad alimentaria pinchando aquí.
Retrasar al año el pescado azul pequeño es una incongruencia, cuando estamos recomendando alimentos ricos en ácidos grasos poli-insaturados, ricos en omega 3, como tienen la sardina y otros pescados azules, siempre que sea pescado pequeño (sardinas, arenque, caballa).
Aparte de la leche materna, el pescado de agua salada es la fuente principal de yodo para los niños. El déficit de yodo es todavía prevalente en Europa, en particular donde la sal no está yodada, y el yodo es esencial para el óptimo desarrollo y crecimiento del niño. Si usted sigue dando el pecho, tome pescado con frecuencia y utilice sal yodada o bien tome suplementos de yodo. Ese yodo, a través de la leche materna, favorece el desarrollo cerebral de su hijo.
Los huevos son una versátil fuente alimentaria. Puede ofrecerle huevo cocido, un alimento muy nutritivo y recomendable a partir del 6º mes (sí, ha leído bien, del 6º mes).
Las proteínas del huevo llevan aminoácidos esenciales para el crecimiento y desarrollo y en su grasa predominan los ácidos grasos poli-insaturados.
Son también una fuente importante de hierro. Los últimos estudios muestran que su introducción al 6º mes no es causante de mayor alergia que esperando al 12º mes sino incluso al revés.
No le de huevo crudo, por el riesgo de salmonelosis, sino cocido.
Las proteínas del huevo llevan aminoácidos esenciales para el crecimiento y desarrollo y en su grasa predominan los ácidos grasos poli-insaturados.
Son también una fuente importante de hierro. Los últimos estudios muestran que su introducción al 6º mes no es causante de mayor alergia que esperando al 12º mes sino incluso al revés.
No le de huevo crudo, por el riesgo de salmonelosis, sino cocido.
¿Y las prohibidas verduras de hoja verde? ¿También se pueden dar?
Las clásicamente proscritas verduras de hoja verde como la col, acelga, espinaca o la borraja lo eran porque los nitratos pueden producir metahemoglobinemia. Pero eso sólo ocurre si usted le da un gran puré de espinacas entero a su hijo (sobre todo si lo ha dejado mucho tiempo a temperatura ambiente).
Pero si usted le da a probar un poquito de espinaca o un poquito de acelga o un poquito de borraja no ocurrirá nada. Si le da un puré es importante que estén recién cocinado y, si sobra, congelarlo inmediatamente. Nunca dejarlo tiempo a temperatura ambiente pues ahí es donde aumenta el riesgo.
Estas verduras habría que evitarlas o evitar ingerir mucha cantidad de ellas cuando su hijo tuviera procesos diarreicos agudos, pues con las diarreas su intestino es más sensible a esta enfermedad. Y si está sano, ofrecer pequeñas cantidades, dentro de una dieta variada.
Pero si usted le da a probar un poquito de espinaca o un poquito de acelga o un poquito de borraja no ocurrirá nada. Si le da un puré es importante que estén recién cocinado y, si sobra, congelarlo inmediatamente. Nunca dejarlo tiempo a temperatura ambiente pues ahí es donde aumenta el riesgo.
Estas verduras habría que evitarlas o evitar ingerir mucha cantidad de ellas cuando su hijo tuviera procesos diarreicos agudos, pues con las diarreas su intestino es más sensible a esta enfermedad. Y si está sano, ofrecer pequeñas cantidades, dentro de una dieta variada.
¿Y le puedo dar cualquier fruta, incluido el melocotón y las fresas que dan tanta alergia?
La introducción de las frutas a partir del 6º mes no debería restringir ningún tipo de fruta y su hijo podría mordisquear perfectamente una fresa o un melocotón al 7º mes al igual que puede hacerlo con una pera, manzana, plátano, melón, etc. Que tome la fruta que usted quiera. Que vaya probando. Que vaya viendo cuáles le gustan y cuáles no. Es un aprendizaje lento y divertido.
¿Es malo añadir sal o azúcar a la comida del niño antes del año de vida?
A partir de los 6-9 meses, el riñón del lactante ya es capaz de filtrar proteínas y sales que antes no podía. El problema de la sal a partir de esta edad no es porque le vaya a sentar mal al niño. El problema es habituar su gusto alimentario a alimentos salados de cara al resto de su vida.
La sal retiene agua y sube la tensión arterial y en la población general adulta esto causa enfermedades cardio-vasculares. Pero su hijo no tendrá un infarto a los 60 años porque usted le diera o no sal a los 9 meses, sino por la sal que haya tomado durante toda su vida. De nada sirve que del 6º al 12º mes le de toda la comida “sin sal” si luego a partir de los 2 años le da “patatas de bolsa”. Para comer basura de los 2 años en adelante, puede empezar a los 9-12 meses, que es igual.
Hay que educar a los hijos en buenos hábitos. Hábitos para toda su vida. Usted es el mejor ejemplo.
Además, el habitual exceso de sal en la dieta favorece la hipercalciuria, es decir, que su hijo perderá calcio por la orina. Es decir, que la sal en la dieta provoca la descalcificación de los huesos de su hijo. Esto no le interesa, ni de pequeñito.
Añaden tanta sal en los alimentos industrializados que comemos habitualmente, que las últimas recomendaciones de ingesta diaria de calcio en adultos han aumentado de los 600mg a los 800mg y últimamente a 1.000mg... de todo el calcio que perdemos.
En lugar de recomendar no consumir alimentos industrializados, procesados, que tiene tanta sal, nos bombardean con anuncios para seguir comiendo "comida basura" y además nos recuerdan que tomemos un montón de lácteos (para compensar en calcio que perdemos por la orina). La industria alimentaria y la industria láctea tiene mucha presión. Hay calcio de sobras en muchas verduras y sí, los adultos podríamos vivir con calcio de sobras si tomar lácteos.
Hay que educar a los hijos en buenos hábitos. Hábitos para toda su vida. Usted es el mejor ejemplo.
Además, el habitual exceso de sal en la dieta favorece la hipercalciuria, es decir, que su hijo perderá calcio por la orina. Es decir, que la sal en la dieta provoca la descalcificación de los huesos de su hijo. Esto no le interesa, ni de pequeñito.
Añaden tanta sal en los alimentos industrializados que comemos habitualmente, que las últimas recomendaciones de ingesta diaria de calcio en adultos han aumentado de los 600mg a los 800mg y últimamente a 1.000mg... de todo el calcio que perdemos.
En lugar de recomendar no consumir alimentos industrializados, procesados, que tiene tanta sal, nos bombardean con anuncios para seguir comiendo "comida basura" y además nos recuerdan que tomemos un montón de lácteos (para compensar en calcio que perdemos por la orina). La industria alimentaria y la industria láctea tiene mucha presión. Hay calcio de sobras en muchas verduras y sí, los adultos podríamos vivir con calcio de sobras si tomar lácteos.
Lo mismo con el azúcar. La comida rápida y mucha comida industrializada (galletas, bollería, etc.) así como “alimentos infantiles” llevan muchos azúcares añadidos (mire bien las etiquetas).
Esto acostumbra el paladar del niño a los alimentos azucarados, a los dulces, que a la postre son una fuente de calorías vacías, sin nutrientes y una fuente de caries. Intente no comprar “comidas de niños” o “alimentos industrializados” y evite hacer comidas añadiendo mucho azúcar.
Esto acostumbra el paladar del niño a los alimentos azucarados, a los dulces, que a la postre son una fuente de calorías vacías, sin nutrientes y una fuente de caries. Intente no comprar “comidas de niños” o “alimentos industrializados” y evite hacer comidas añadiendo mucho azúcar.
Piense en el futuro. No pasará nada por tomar algo azucarado de vez en cuando, pero no como una costumbre diaria.
La obesidad infantil y la del adulto no ocurre por tomar grasas, un concepto equivocado en la población (no por comer productos “light” mejora la salud, siento tirar por tierra ese mito, pero así es. La industria alimentaria nos engaña) sino por el exceso de azúcares en la dieta. Azúcares que, una vez en el cuerpo, son almacenados en forme de grasa.
La obesidad infantil y la del adulto no ocurre por tomar grasas, un concepto equivocado en la población (no por comer productos “light” mejora la salud, siento tirar por tierra ese mito, pero así es. La industria alimentaria nos engaña) sino por el exceso de azúcares en la dieta. Azúcares que, una vez en el cuerpo, son almacenados en forme de grasa.
Es el azúcar de la dieta lo que es malo, no la grasa de la dieta. Fíjese, la leche materna tiene más del 50% de su energía en forma de grasa… y precisamente la lactancia prolongada previene la obesidad. Curioso, ¿verdad?
En resumen:
Azúcar: malo. Grasa: bueno. Demasiadas proteínas (mucha leche de vaca): malo.
Azúcar: malo. Grasa: bueno. Demasiadas proteínas (mucha leche de vaca): malo.
¿Así mejor?
Y para toda la familia:
Dieta mediterránea = bueno para la salud.
Dieta “baja en grasa”= malo para la salud, mírelo en este estudio sobre la dieta mediterránea (Predimed www.predimed.es). No hablamos de las grasas "trans", que sí que sí que son dañinas y que encontramos en la comida industrial (bollería, etc).
Dieta mediterránea = bueno para la salud.
Dieta “baja en grasa”= malo para la salud, mírelo en este estudio sobre la dieta mediterránea (Predimed www.predimed.es). No hablamos de las grasas "trans", que sí que sí que son dañinas y que encontramos en la comida industrial (bollería, etc).
Es desaconsejable dar té a los lactantes y niños pequeños. Contiene taninos y otros compuestos que impiden la absorción del hierro y de otros minerales.
Suelen llevar mucho azúcar, lo que incrementa el riesgo de caries y puede disminuir el apetito e inhibir el consumo de otros alimentos más nutritivos.
Recuerde una vez más: azúcar, malo.
Suelen llevar mucho azúcar, lo que incrementa el riesgo de caries y puede disminuir el apetito e inhibir el consumo de otros alimentos más nutritivos.
Recuerde una vez más: azúcar, malo.
Y ya terminanos...
A partir del año de vida: Comida sana como otro miembro de la familia
Ya lo ha oído, su hijo a partir del año de vida debería ser capaz de comer casi toda la comida que come la familia.
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No decimos que tenga que comer la comida o que debería comer la comida sino que “debería ser capaz de” comer la comida normal.
Comer comida sana, en familia, sin obligar
La clave es que los padres coman comida sana. Que en su casa, en sus armarios, haya comida sana, fresca, no alimentos industrializados.
Para que sus hijos coman bien hay que predicar con el ejemplo. Que toda la familia coma sano.
Para que sus hijos coman bien hay que predicar con el ejemplo. Que toda la familia coma sano.
Una alimentación variada es lo más recomendable.
Intentar comer en familia, aunque sea al menos 3 veces a la semana.
Disfrutar de la comida, sin obligar.
Apagar la tele.
Hablar con sus hijos.
Disfrutar del momento.
Comer relajados, sin prisas.
Masticar bien, para que de tiempo a que suceda el mecanismo de la saciedad. Comer rápido nos hacer comer de más = obesidad.
Intentar comer en familia, aunque sea al menos 3 veces a la semana.
Disfrutar de la comida, sin obligar.
Apagar la tele.
Hablar con sus hijos.
Disfrutar del momento.
Comer relajados, sin prisas.
Masticar bien, para que de tiempo a que suceda el mecanismo de la saciedad. Comer rápido nos hacer comer de más = obesidad.
A partir del año los niños comen mucho menos. No se preocupe. No le obligue.
Muchas madres vienen a la consulta preocupadas porque su hijo de un año, de repente, ha perdido el apetito y no les come nada. Y por supuesto que les come. Lo que ocurre es que a partir del año crecen muy lentamente y apenas necesitan comer un poquito nada más.
Piense esto: Durante los primeros 12 meses de vida un niño pasa de los 3 kg a los 9 kg. Es decir, que en el 1º año un niño triplica su peso. Sin embargo, entre el 1º año y el 2º año un niño apenas gana 2kg, si llega a ganarlos. Algunos sólo 1 kg. Entenderá pues que su hijo necesite comer mucho menos de lo que usted cree que debe comer. ¿Quién sabe cuánto debe comer su hijo?
Nadie. Ningún experto en nutrición se lo podrá decir. El único que lo sabe es su hijo. Respételo.
Nadie. Ningún experto en nutrición se lo podrá decir. El único que lo sabe es su hijo. Respételo.
Nunca obligue a su hijo a comer o le coaccione o le soborne. No sirve para nada y es nocivo
Lo de no obligar no abarca sólo el meterle la cuchara a la fuerza o distraerle o “hacerle el avión”.También incluye evitar el chantaje emocional: “Si no te lo comes mamá se podrá triste”. No le diga eso, por favor.
Ningún médico ni ningún experto en nutrición sabe la cantidad de comida que necesita su hijo. Según la Academia Americana de Pediatría, las necesidades calóricas de un niño de 12 meses varían desde los 480 kcal a las 1.158 kcal al día. Es decir, muchos niños sanos de 1 año de edad comen casi el triple que otros niños que también están sanos. Y muchos niños, por lo demás sanos, comen la tercera parte que otros niños que también están sanos. Y lo mejor de todo es que tanto unos como otros comen lo que necesitan. Butte, 2000.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) en su Tratado de Nutrición Infantil dice que el apetito de los niños es errático e impredecible, es decir, como lo es el pestañeo, errático e impredecible.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) en su Tratado de Nutrición Infantil dice que el apetito de los niños es errático e impredecible, es decir, como lo es el pestañeo, errático e impredecible.

“Si no comes, no crecerás”. Tampoco mienta a su hijo. Los niños no comen para crecer sino que realmente comen en función de su potencial de crecimiento. Porque su carga genética le dice al hipotálamo qué apetito debe tener su hijo para crecer y alcanzar los 1m 75cm que tiene como objetivo. Sólo su hijo lo sabe. Su apetito lo sabe. Respételo.
A menudo escucho la siguiente frase: “Mi niño es mal comedor”. Tampoco insulte al hipotálamo de su hijo, que es donde reside el apetito. Si su hijo tiene un plato con 15 macarrones y sólo se come 4, el 5º macarrón probablemente no se lo meterá ni su padre. La próxima vez póngale 5 o 6 macarrones en lugar de 15.
Salvo excepciones y algunos casos patológicos de disfagia, en general no existen los “niños mal comedores”. Lo que existe es una incongruencia entre lo que los niños necesitan comer (muy poco desde el año de vida hasta antes del estirón puberal) y lo que los padres creen que necesitan comer.
Si los niños comieran lo que los padres creen que necesitan, la mayoría tendrían obesidad mórbida. Comer más de lo que dicta el apetito de un niño lleva a obesidad y a trastornos del comportamiento alimentario. No provoque usted eso.
Si los niños comieran lo que los padres creen que necesitan, la mayoría tendrían obesidad mórbida. Comer más de lo que dicta el apetito de un niño lleva a obesidad y a trastornos del comportamiento alimentario. No provoque usted eso.
Lo importante de la comida es pasar un buen rato en familia, aprender, hablar, dar ejemplo a los hijos, comer comida sana y variada. Y si es poca cantidad, mejor que si es mucha.
Recuerde el problema del siglo XXI: la obesidad. Los niños de hoy son los primeros en la historia de la humanidad que tienen una expectativa de vida inferior a la de sus padres y la causa principal de esto es la obesidad.
Piense a largo plazo. Disfrute del momento de la comida con sus hijos. Esos años se pasan rápido. Luego serán mayores. Lo que hayan aprendido en la mesa, sentados con su padre y su madre, dejará un poso, unos buenos hábitos para su vida adulta.
Recuerde el problema del siglo XXI: la obesidad. Los niños de hoy son los primeros en la historia de la humanidad que tienen una expectativa de vida inferior a la de sus padres y la causa principal de esto es la obesidad.
Piense a largo plazo. Disfrute del momento de la comida con sus hijos. Esos años se pasan rápido. Luego serán mayores. Lo que hayan aprendido en la mesa, sentados con su padre y su madre, dejará un poso, unos buenos hábitos para su vida adulta.
Un mandamiento para mejorar la alimentación de sus hijos: Honrarás a tu pareja

La mejor forma de que los hijos tengan una alimentación sana y disfruten de la comida en familia es
una buena relación de pareja. Si la pareja es feliz y el ambiente en casa es de felicidad y tranquilidad, los niños comen mejor y de manera más saludable. Hay que esforzarse por tener una buena relación de pareja.
Si por ejemplo, usted no está de acuerdo con su pareja sobre si su hijo debe o no comer un alimento concreto, no discuta con ella de eso. Para que su hijo se alimente bien, lo más importante es que los padres se respeten, se quieran y sean felices. Su hijo lo agradecerá.
¿Y qué lácteos les debo dar a partir del año?

En los niños amamantados se recomienda seguir con leche materna hasta los 2 años o más. Si un niño
hace 3 ó 4 tomas de pecho al día ya no necesita otros lácteos y se recomienda que no los tome.
Como norma general, los niños que toman leche artificial pueden, a partir del año de vida empezar a tomar leche de vaca entera, pero ésta no debería superar los 500ml al día, pues cantidades mayores favorecerían la anemia del niño al no aportar hierro y favorecer micro-sangrados intestinales si sobrepasamos esa cantidad.
También tiene excesivas proteínas y por ello, muchos especialistas en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica recomiendan, dada la excesiva cantidad de proteínas de la leche de vaca que, si el niño continúa tomando mucha leche, hasta los 18 meses siga tomando leche adaptada de continuación. Si toma poca cantidad, puede tomar leche de vaca entera sin problemas.
También tiene excesivas proteínas y por ello, muchos especialistas en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica recomiendan, dada la excesiva cantidad de proteínas de la leche de vaca que, si el niño continúa tomando mucha leche, hasta los 18 meses siga tomando leche adaptada de continuación. Si toma poca cantidad, puede tomar leche de vaca entera sin problemas.
No se recomienda la leche desnatada o semidesnatada a los niños por debajo de los 2 años de edad.
Se ha visto que la obesidad infantil se correlaciona con la excesiva ingesta de proteínas durante los 2 primeros años y no por la ingesta de grasas (aunque le parezca paradójico, así es).
Recuerde que la leche materna es muy rica en grasas y que esa proporción de grasas es mayor tras el año de vida. Las calorías pasan de las 73 Kcal/100ml a las 88 kcal/100ml más allá del año de vida. Así que si usted está dando el pecho a un niño de más de un año y alguien le dice que su leche ya no le alimenta, que es como agua, dígale usted que a partir del año, más que convertirse en agua se convierte en mantequilla.
Es una fuente rica de ácidos grasos esenciales. Ideales para su hijo. Recuerde que la lactancia materna prolongada protege de la obesidad infantil (Butte, 2001) y su mayor duración ha sido asociada con la reducción de enfermedades en la infancia (Davis, 2001) y con mejores resultados de inteligencia (Reynolds, 2001).
Se ha visto que la obesidad infantil se correlaciona con la excesiva ingesta de proteínas durante los 2 primeros años y no por la ingesta de grasas (aunque le parezca paradójico, así es).
Recuerde que la leche materna es muy rica en grasas y que esa proporción de grasas es mayor tras el año de vida. Las calorías pasan de las 73 Kcal/100ml a las 88 kcal/100ml más allá del año de vida. Así que si usted está dando el pecho a un niño de más de un año y alguien le dice que su leche ya no le alimenta, que es como agua, dígale usted que a partir del año, más que convertirse en agua se convierte en mantequilla.
Es una fuente rica de ácidos grasos esenciales. Ideales para su hijo. Recuerde que la lactancia materna prolongada protege de la obesidad infantil (Butte, 2001) y su mayor duración ha sido asociada con la reducción de enfermedades en la infancia (Davis, 2001) y con mejores resultados de inteligencia (Reynolds, 2001).
Así que si tras el 1º año de edad, usted le sigue dando el pecho y tanto usted como su hijo están felices así, no dude en seguir haciéndolo. Sólo usted (o su hijo) deben decidir cuándo abandonar la lactancia materna. Nunca una 3º persona debe decidir ese momento. Recuérdelo bien.
¿Y es bueno darles “leches de crecimiento” a partir del año?
De entrada, repetir que el bebé amamantado no necesita tomar otros lácteos. Por otro lado, cuanto más crece el niño es durante los 12 primeros meses. Luego el niño “se frena” hasta la pubertad, donde vuelve a pegar un estirón y a devorar la comida. Las llamadas “leches de crecimiento” o tipo 3 no están sujetas a regulación europea, como sí lo están las de continuación (2).
Estas leches tipo 3 son relativamente parecidas a éstas, pero las adaptadas siempre serán mejores que las “de crecimiento”. Los niños que sigan con pecho, no necesitan ningún sucedáneo y tampoco necesitan leche de vaca.
Estas leches tipo 3 son relativamente parecidas a éstas, pero las adaptadas siempre serán mejores que las “de crecimiento”. Los niños que sigan con pecho, no necesitan ningún sucedáneo y tampoco necesitan leche de vaca.
¿Comida sana?
No hace falta ser demasiado original. Una dieta sana y algo variada se compone de cereal (pan, pasta), verdura, hortalizas, fruta, legumbre, pescado (30-40g/día), un poquito de carne (20- 30g/día), huevos y algún lácteo (leche de vaca, yogur y algo de queso, pero no mucho, pues lleva mucha sal). Evite comida procesada y precocinados. Evite la comida rápida.

Como ve en el dibujo, la clásica Pirámide de alimentos ya ha pasado a la historia y ahora se habla de
“Mi plato”, donde predominan frutas, vegetales, hortalizas, además de cereales (arroz, pan, pasta) y fuentes de proteínas vegetales (legumbres) y animales (huevo, pescado y carne). No hace falta demasiada leche. Los niños españoles toman el doble de las necesidades de calcio recomendadas. Hay calcio en legumbres y verduras, pero la industria de los lácteos tiene mucho peso y su publicidad engaña a la población.
La clave es reducir los alimentos azucarados y la sal, como hemos explicado en la página 11.
Y beba agua, no beba zumos.
Y alcohol, cuanto menos mejor (me refiero a los adultos, claro. Al niño, nada de alcohol).
Y alcohol, cuanto menos mejor (me refiero a los adultos, claro. Al niño, nada de alcohol).
¿Dietas veganas? No en la infancia
Las dietas veganas no son nutricionalmente adecuadas para los niños pequeños y no se recomiendan, pues tienen grandes deficiencias, especialmente de vitamina B12 (con consecuencias neurológicas graves) aparte de deficiencias en hierro, zinc, riboflavina y vitamina D.
Las dietas ovo-lacto-vegetarianas pueden ser apropiadas para las madres que lactan, pero si una madre vegana no toma ni leche ni huevos debería suplementar con vitamina B12 a su hijo amamantado y contactar con un nutricionista.
Las dietas ovo-lacto-vegetarianas pueden ser apropiadas para las madres que lactan, pero si una madre vegana no toma ni leche ni huevos debería suplementar con vitamina B12 a su hijo amamantado y contactar con un nutricionista.
¿Y los alimentos comerciales? ¿Los potitos?
Excepcionalmente, si la familia está de viaje y no dispone tiempo para preparar una alimentación adecuada para el bebé, se pueden utilizar. Pero no los recomendamos como práctica habitual. Son caros y con azúcares añadidos. Estos no habitúan al lactante a comer comida sana y fresca.
¿Otras bebidas indicadas o no indicadas entre el primer y segundo año de vida?
Tampoco están indicadas, antes de los 2 años, las bebidas de soja. Son muy pobres nutricionalmente para su hijo y llevan fitoestrógenos, que impiden la absorción de otros nutrientes. Otro asunto distinto es una leche de soja adaptada, especial para niños con alergia a la leche de vaca. Pero las bebidas de soja de los adultos no se deben dar a los niños pequeños.
En general, las únicas bebidas recomendables para los niños son el agua y la leche. Ni los zumos ni los refrescos comerciales están recomendados. Son otra de las causas de obesidad infantil. Un niño tarda 10 minutos en comerse una fruta, pero puede engullir el zumo de 3 naranjas en 10 segundos, sin dar tiempo a que actúe el mecanismo de saciedad. Una bomba de calorías que nutricionalmente dista mucho de lo que aporta la fruta.
Y ya sin hablar de los “zumos de bote”, que llevan “azúcares añadidos”. Están desaconsejados para los niños, al igual que los llamados “refrescos” (bebidas de cola, de naranja, etc.). Son azúcar con agua. Una botella de cola de 50 cl tiene el equivalente a 14 terrones de azúcar de 3,5g. Imagínese poner 14 terrones de azúcar a su café…
Esta costumbre de dar de forma habitual “refrescos” es la causa principal de la obesidad infanil. Como decíamos antes, la obesidad de los niños y el riesgo de enfermedades cardiovasculares lo son por el exceso de azúcares en la dieta, no por el exceso de grasa. Recuerde, la mejor bebida para los niños es el agua. Y recuerde, mucho mejor una fruta entera que un zumo.
Esta costumbre de dar de forma habitual “refrescos” es la causa principal de la obesidad infanil. Como decíamos antes, la obesidad de los niños y el riesgo de enfermedades cardiovasculares lo son por el exceso de azúcares en la dieta, no por el exceso de grasa. Recuerde, la mejor bebida para los niños es el agua. Y recuerde, mucho mejor una fruta entera que un zumo.

Cambiar del biberón al vaso, al año de edad como tarde
El uso del biberón para el aporte de leche, de zumos o de otras bebidas azucaradas, sobre todo para
irse a dormir, se asocia con un aumento de la incidencia de caries dental.
Hacia el año de edad el niño que toma leche adaptada la debería beber de un vaso y ya no de un biberón. El biberón hace que el niño tome “demasiada leche” a partir del año de edad, no dejando sitio para otros alimentos. El biberón es sólo para la leche adaptada de los primeros meses. Al año, intente pasar al vaso, aunque sea un vaso con 2 asas laterales para que el niño lo agarre mejor.

Desaconsejamos el tan utilizado “biberón con leche y cereales”. El niño se embota de comida, sin realmente aprender a comer.
El niño que mama pecho nunca debería entrar en la etapa del biberón, que es la del primer semestre. Ya se le pasó. El niño amamantado continuará mamando mientras aprende a comer comida normal y luego a aprenderá a beber de un vaso. Ya no es edad para empezar con el biberón, ¿no cree?
Los dibujos están sacados del documento del Servicio de Salud Irlandés que se reparte a las mamás en los centros de salud y que usted puede encontrar pinchando aquí, o bien poniendo en google "Starting to spoonfeed your baby".
Así como resumen, podríamos decir lo siguiente como recomendaciones:
1. Desde el nacimiento hasta aproximadamente el 6º mes: Lactancia materna exclusiva
2. Aproximadamente partir del 6º mes o cuando veamos que el niño se puede sentar erguido (aunque sea con apoyo) y muestre interés por comida, la coja y quiera metérsela a la boca: Le ofreceremos poco a poco alimentos típicos del menú familiar, con la consistencia, tamaño y textura apropiados a su edad. Mejor ofrecerlos después del pecho si se continúa amamantando. Es fase de aprendizaje, donde la leche materna sigue siendo la fuente principal de alimentación.
3. A partir del 6º mes y antes del año deberíamos evitar:
- Alimentos sólidos con los que se podría atragantar por su forma redondeada como frutos secos enteros, cerezas, uvas enteras, zanahoria cruda sin cortar.
- Los desnatados
- Los zumos (como máximo medio vaso al día)
- Los lácteos, yogures, quesos.
- La sal y los alimentos salados (olivas, quesos, embutidos)
- La miel. Las infusiones.
- Pescado azul grande como el pez espada, tiburón, lucio, atún rojo o conservas de atún
- No dar grandes cantidades de espinacas o acelgas (en pequeñas cantidades, no hay problema)
4. A partir del año y hasta el 2º año:
- Aplicar lo indicado en el apartado anterior, si bien ya podemos añadir una pizca de sal (yodada) a su comida, así como espinacas y acelgas (no más de un plato al día)
- Ya puede beber leche de vaca entera (no desnatada ni semi) y yogur. Aunque si toma mucha, mejor seguir con leche de continuación hasta los 18 meses.
- Si utilizaba biberón, es mejor que lo empiece a sustituir por un vaso (el biberón es para bebés).
No se tomen esta lista “al pie de la letra”. Deje que su hijo les guíe.
Vuestro hijo crecerá divinamente si le ofrecéis, sin insistir, comida saludable. O dicho de otro modo, si tiene a su alcance muy poca comida superflua (chucherías, refrescos, helados, pasteles, bollería, etc.)
Que ustedes (padre y madre) disfruten de su hijo y comiendo con su hijo.
Jorge García-Dihinx
Centro de Salud de Aínsa, Sector Barbastro. Huesca
Agosto 2015
Jorge García-Dihinx
Centro de Salud de Aínsa, Sector Barbastro. Huesca
Agosto 2015
Bibliografía recomendada para padres:
- Alimentación de los lactantes y de los niños pequeños: Normas recomendadas para la Unión Europea. http://www.aeped.es/sites/default/files/2alimentacionlactantes_normas_recomendadasue.pdf
- “Un regalo para toda la vida. Guía de Lactancia Materna”, Carlos González. TEMAS DE HOY 2012
- “Se me hace bola”, Julio Basulto. DEBOLSILLO 2013
- “Mi niño no me come”, Carlos González. TEMAS DE HOY 2012