En la Alta Engadina, un par de nevadas tempranas este otoño están salvando el inicio de temporada, que se está haciendo de desear.
Para llegar allí tienes casi 4 horas en tren desde Zúrich, pero si partes el viaje haciendo la mitad el viernes por la tarde-noche hasta la ciudad de Chur, te queda luego un fin de semana muy manejable y, de momento, sin gente.
HACER ESQUÍ DE MONTAÑA EN SUIZA, VIAJANDO EN TREN
Goldau - Zürich - St Moritz
12- 13-14 nov 2021
Natalia Román y Jorge García-Dihinx
El sistema ferroviario suizo (SBB) es tan eficiente que uno puede montarse un plan de fin de semana de esquí de montaña en la otra punta del país, sin necesidad de utilizar el coche.
En este fin de semana relámpago, Natalia me preparó una gran combinación:
El VIERNES llegaba yo al aeropuerto de ZÜRICH a las 21:40 (desde Barcelona) y, tras tomar el tren del aeropuerto a la Estación Central de Zürich, allí me estaba esperando ella, en un andén, con los 2 pares de esquís, las 2 mochilas, las 4 botas, los 4 bastones y demás material (qué máquina).
Poco después de las 22 h tomábamos un tren que 2 horas más tarde nos dejaría en CHUR (la última ciudad grande antes de entrar en los Alpes del Bernina) donde haríamos noche en un hotel de estos que te dejan la llave en una caja con contraseña, pudiéndola coger aunque llegues pasada la medianoche (como fue nuestro caso).
El SÁBADO, tras desayunar temprano en el buffet del hotel, tomábamos a las 8 AM otro tren“panorámico” que hace un recorrido sobre más de 1.000 puentes con destino final en Tirano y que, en nuestro caso, nos llevaría hasta ST. MORITZ.
Allí, desde SILVPALANA (1.800m) se podía salir con los esquís desde abajo, al área de esquí de CORVATSCH y hacer alguno de sus tresmiles, en este caso el Murtel, salvando 1.700 m de desnivel (strava).
En esa llanura entre Silvaplana y St. Moritz se realiza la Maratón de esquí nórdico de la Alta Engadina, cuando sus lagos, a 1.800m, se hielan y se convierte toda esa llanura en una enorme extensión para los amantes del esquí nórdico.
Esa tarde, tras bajar esquiando a Silvaplana, tomaríamos un bus a CELERINA, donde teníamos el All In One apartahotel.
El domingo, ya sin madrugar, tomaríamos otro tren en plena nevada (el tren rojo de la foto) que nos llevaría a la zona del BERNINA DIAVOLEZZA, donde aún pudimos foquear (con cero visibilidad en plena nevada) en la zona del OSPIZIO BERNINA.
Esa tarde, para la vuelta tomaríamos un bus y luego 2 trenes de vuelta hasta ZÜRICH y de allí nuestro tren final a GOLDAU (home), llegando a casa a las 8 PM tras otra jornada maratoniana de aventura.
Lo bueno de los trenes suizos es que tienen huecos habilitados para esquís y bicicletas, de modo que puedes dejar secar las pieles de foca y el material mientras te montas tu “saloncito” y te haces una merienda con la comida que compres en el súper de la estación y descansas todo el viaje.
¿La única pega?
El tener que caminar desde y hasta las estaciones de tren/buscon todo el material a cuestas, lo cual no siempre es fácil, sobre todo si te está nevando y caminas, como puedes, con las 4 manos ocupadas, porteando todo el material por la acera, mirando el reloj y viendo que te quedan 6 minutos hasta la salida del tren...
Para llevar encima todo el material de un lado a otro, Natalia tiene una enorme funda de esquís de viaje, con ruedas tipo maleta (The Djärv Snowroller), donde caben 2 pares completos de esquís y sus mochilas. Y luego basta la clásica bolsa azul grande de Ikea, donde puedes meter cascos, botas, pieles, gafas, guantes y demás cacharros.
Desde luego, no es fácil caminar por los pueblos con todo ese lastre, pero es parte de la aventura. Pero bueno, somos "jóvenes" y esto nos gusta, no?