Vídeo de nuestra ruta
Tras una semana de vacaciones en Zarautz, mi madre y yo nos subíamos a Pineta para el fin de semana. Aprovechando el viaje familiar, unos días antes contacté con mi amigo Oscar Díez, que vive en Aínsa, para proponerle esta fantástica ascensión al Monte Perdido desde Pineta.
Esta ruta al Perdido desde Pineta la habíamos hecho en el 2013, en la 4ª y última etapa de nuestra Alta Ruta de Bujaruelo - Vignemale - La Munia - M Perdido - Bujaruelo (aquí la entrada). Conocía esta zona, escondida a la espalda de los dos Baudrimonts.
Me la estudié bien, con mapas y con las imágenes de Google Earth, guardándome varias imágenes en el móvil, para tener todo bien atado en caso de mala visibilidad. Un par de días antes Oscar me confirmaba que también se unía su amigo Antonio Fumanal y también César Valero y su hija Claudia Valero (actual Campeona de España Junior de esquí de montaña). Menudo equipazo me había preparado éste Oscar.
Quedamos a las 7 AM en el Refugio de Pineta (1.300m) y saldríamos unos 15 min más tarde, siguiendo las indicaciones que hay desde el Refugio hacia el Collado de Añisclo. Tras cruzar el río Cinca, la senda se adentra en la vegetación y va subiendo por terreno de poca luz. Al cabo de 1 km y medio (unos 20-25 min), en la cota 1.530m, se cruza un torrente con mucha agua donde podemos llenar los bidones y beber un poco. No hace falta portear nada de agua hasta este momento.
Diría que en julio no haría falta llevar nada de agua en toda la ruta, pues habrá mucha más nieve fundiendo. Pero ahora en agosto es más impredecible encontrar agua, aunque sí que hubo otros puntos que ahora comentaré.
La senda sigue subiendo, a tramos por zonas de roca en las que hay que incluso hacer uso de las manos (parece todo menos una senda). Aproximadamente a los 3 km, en la cota 2.000m la senda traza una curva y sale del bosque, para entrar en el lomo de un prado, donde veremo un pequeño cartel que indica "Parque Nacional". Justo en esa zona se puede encontrar una pequeña tubería, de la que salía un chorrín de agua donde pudimos volver a rellenar (no sé hasta cuándo durará ese chorrín, pues la tarde previa cayó tormentón y alimentó de agua los cauces, pero ya hacia Septiembre puede que se quede seco). En mi caso, por si acaso, llené ambos bidones de medio litro de agua para el resto de la ruta.
La senda ya discurre por terreno despejado, hasta llegar al Collado de Añisclo (2.453 m) al que llegamos 1 h y 50 min tras la salida del Ref de Pineta.
Allí iniciamos la travesía horizontal a la derecha, rumbo a la Faja de los Maquis. Tomamos inicialmente la GR-11 que lleva hacia la base de la Punta de las Olas y pronto la dejamos para seguir en la parte alta, con pequeños subes y bajas.
Tras llegar un suave promontorio a 2.570m, la ruta hace una larga diagonal en muy suave descenso (bien marcada) hasta un llano donde todavía quedaba un nevero. Luego empieza a subir hacia una gran muralla que no suele dejar claro por dónde debemos superarla.
En nuestro caso, a la ida, erramos la subida y, sin ver ningún mojón para la subida qe marca el mapa, continuamos a media ladera, por las fajas al norte de la muralla, sin apenas ganar altura. Más adelante buscaríamos una zona más o menos evidente para encaramarnos a la parte alta de la muralla, pero ya muy cerca de la parte que asoma a los cortados del Morrón de los Maquis, debiendo hacer algunos pasos de trepada en terreno expuesto, no recomendable.
Lo mejor, al llegar a ese murallón de color marrón oscuro, es atacar su proa y ver una fisura en el terreno o más bien una zona cóncava, por la que subiremos e iremos tirando a la izquierda (por allí destrepamos a la bajada y por donde yo recomendaría seguir nuestro track, de bajada, pero haciéndolo de subida a la ida). Tras unos pequeños tramos de poner las manos (1º grado de escalada, fácil), se encarama uno con facilidad a la cima de esa muralla, donde preside un enorme mojón fabricado con rocas y con una roca vertical en su cima que asemeja un gran mástil: El Mojón de los Maquis.
Una vez arriba de esta muralla marrón oscura, se continúa por terreno suave, al NW, durante unos 500m, para poco a poco, ir ganando altura en diagonal a la izquierda. El largo nevero horizontal en la base de la muralla del Baudrimont NW sería una buena referencia a la que ir acercándonos (seguir nuestro track de bajada, en subida).
Llegando ya a la base del Baudrimont NW o Mallo Tormosa, entraremos en zona de neveros, que nos llevarán hacia el Cuello del Perdido. Estamos ya en cota superior a los 3.000 m.
Para atacar la parte final del Perdido, a la subida, nosotros optamos por evitar el nevero que baja del Cuello del Perdido y atacar directamente por la zona de roca de la derecha, lo que sería "el hombro de M Perdido". Es un terreno muy adherente (en roca seca, claro. Con lluvia, no) que, sin apenas poner las manos alguna que otra vez, te eleva rápidamente a la zona alta y llana del hombro de Monte Perdido.
Una vez arriba, sólo nos quedaba recorrer todo ese suave hombro final que nos llevaría sin más complicaciones a la cima de Monte Perdido (3.355m), 4 horas y 5 min tras nuestra salida del Refugio de Pineta.
Asombrosamente estuvimos solos en la cima. Sólo quedaba un simpático montañero francés que nos decía que todo el mundo se había bajado ya, en previsión de las posibles tormentas.
Allí en la cima estuvimos cerca de 20 minutos, disfrutando de las vistas desde la montaña calcárea más alta de Europa. Tras ese rato en la cima, iniciamos el descenso.
En esta ocasión bajamos al Cuello de Monte Perdido, para coger luego el nevero que baja hacia los Baudrimonts. Importante llevar bastones para "esquiar" mejor o, al menos equilibrarnos en esta bajada sobre nieve. Y si te caes y bajas "de culo", los bastones pueden ayudarte a controlar la velocidad.
Una vez salvados esos primeros 100 m más inclinados, pasamos a zona más suave, que nos llevaría a la base de la pirámide del Baudrimont NW o Mallo Tormosa (3.048 m), el último tresmil de esta zona que a algunos de nosotros nos faltaba por hacer.
La trepada al Baudrimont NW es sencilla (I, escalada fácil) aunque tiene algún paso lateral expuesto que hay que recorrer con atención de no resbalar hacia el sur. Dejamos los bastones en la base del pico. En esta segunda cima llevábamos 5 horas y 4 min desde nuestra salida de Pineta. El tiempo seguía más o menos estable, aunque empezaban a formarse nubes de tormenta y el sol empezaba a desaparecer.
Una vez de vuelta a la base del Baudrimont NW, recogemos los bastones y seguimos bajando por la nieve en diagonal hacia el Este. En esta ocasión, en el descenso, tomamos la ruta correcta, manteniéndonos altos bajo la muralla del Baudrimont, trazando la diagonal por donde hay que tomarla, alta (algún mojón se veía, pero escasos).
Por fin, a los 13 km de ruta, en la cota 2.660 m, llegamos al gran Mojón de los Maquis que hemos comentado antes. Desde allí, hacia el norte la muralla cae a pico y no se ve un paso claro. Lo que hay que hacer es seguir hacia adelante, un poco a la derecha (SE) e ir girando hacia la izquierda conforme se pierde altura por una serie de terrazas en la concavidad de la muralla. No hay mojones pero se va viendo que se puede ir bajando, con cuidado, hasta una zona cóncava o fisura final, que se destrepa apoyando el culo, sin mayores problemas.
Una vez en la base de la muralla, sólo queda ir andando en descenso hacia el llano donde quedaba un pequeño nevero y luego trazar la horizontal, en suave ascenso, de vuelta en dirección al Collado de Añisclo (dirección ESE), al que llegaríamos a las 6 h y media de la salida de Pineta.
Nos quedaban los 1.140 m de descenso hasta el Valle de Pineta, que haríamos en una hora. Habitualmente se podría bajar más rápido corriendo por una senda "normal". Pero esta bajada de GR-11 a Pineta desde el Collado de Añisclo es bastante salvaje y no permite correr en muchos momentos. Incluso exige poner las manos para destrepar algunos tramos de roca. Como ya conocíamos las "particularidades" de esta "senda" no nos pilló por sorpresa y, a pesar del cansancio, salvamos todo ese desnivel en una última hora de buen trote.
Llegábamos de vuelta al Refugio de Pineta 7 horas y media tras la salida de esa mañana, justo a tiempo para llegar a la hora de comer.
Habíamos tenido suerte con el tiempo, pues ha sido una semana muy incierta con las tormentas y, unos días más tarde, esa misma ruta sería una osadía hacerla, con tormentas fuertes que cubrirían toda la visibilidad.
Muchas gracias a los cuatro, Oscar, Antonio, César y Claudia, por vuestra compañía, vuestro humor y apoyo constante. Ha sido un verdadero placer compartir con este grupo de cracks esta gran ruta.
Menudo ritmo lleváis. Casi no podía uno filmar y hacer fotos sin perderos, jaja!
Lo dicho, un placer.
Espero podamos repetir más días juntos en la montaña
Jorge García-Dihinx Villanova
Tras llegar un suave promontorio a 2.570m, la ruta hace una larga diagonal en muy suave descenso (bien marcada) hasta un llano donde todavía quedaba un nevero. Luego empieza a subir hacia una gran muralla que no suele dejar claro por dónde debemos superarla.
En nuestro caso, a la ida, erramos la subida y, sin ver ningún mojón para la subida qe marca el mapa, continuamos a media ladera, por las fajas al norte de la muralla, sin apenas ganar altura. Más adelante buscaríamos una zona más o menos evidente para encaramarnos a la parte alta de la muralla, pero ya muy cerca de la parte que asoma a los cortados del Morrón de los Maquis, debiendo hacer algunos pasos de trepada en terreno expuesto, no recomendable.
Lo mejor, al llegar a ese murallón de color marrón oscuro, es atacar su proa y ver una fisura en el terreno o más bien una zona cóncava, por la que subiremos e iremos tirando a la izquierda (por allí destrepamos a la bajada y por donde yo recomendaría seguir nuestro track, de bajada, pero haciéndolo de subida a la ida). Tras unos pequeños tramos de poner las manos (1º grado de escalada, fácil), se encarama uno con facilidad a la cima de esa muralla, donde preside un enorme mojón fabricado con rocas y con una roca vertical en su cima que asemeja un gran mástil: El Mojón de los Maquis.
Una vez arriba de esta muralla marrón oscura, se continúa por terreno suave, al NW, durante unos 500m, para poco a poco, ir ganando altura en diagonal a la izquierda. El largo nevero horizontal en la base de la muralla del Baudrimont NW sería una buena referencia a la que ir acercándonos (seguir nuestro track de bajada, en subida).
Llegando ya a la base del Baudrimont NW o Mallo Tormosa, entraremos en zona de neveros, que nos llevarán hacia el Cuello del Perdido. Estamos ya en cota superior a los 3.000 m.
Para atacar la parte final del Perdido, a la subida, nosotros optamos por evitar el nevero que baja del Cuello del Perdido y atacar directamente por la zona de roca de la derecha, lo que sería "el hombro de M Perdido". Es un terreno muy adherente (en roca seca, claro. Con lluvia, no) que, sin apenas poner las manos alguna que otra vez, te eleva rápidamente a la zona alta y llana del hombro de Monte Perdido.
Una vez arriba, sólo nos quedaba recorrer todo ese suave hombro final que nos llevaría sin más complicaciones a la cima de Monte Perdido (3.355m), 4 horas y 5 min tras nuestra salida del Refugio de Pineta.
Asombrosamente estuvimos solos en la cima. Sólo quedaba un simpático montañero francés que nos decía que todo el mundo se había bajado ya, en previsión de las posibles tormentas.
Allí en la cima estuvimos cerca de 20 minutos, disfrutando de las vistas desde la montaña calcárea más alta de Europa. Tras ese rato en la cima, iniciamos el descenso.
En esta ocasión bajamos al Cuello de Monte Perdido, para coger luego el nevero que baja hacia los Baudrimonts. Importante llevar bastones para "esquiar" mejor o, al menos equilibrarnos en esta bajada sobre nieve. Y si te caes y bajas "de culo", los bastones pueden ayudarte a controlar la velocidad.
Una vez salvados esos primeros 100 m más inclinados, pasamos a zona más suave, que nos llevaría a la base de la pirámide del Baudrimont NW o Mallo Tormosa (3.048 m), el último tresmil de esta zona que a algunos de nosotros nos faltaba por hacer.
La trepada al Baudrimont NW es sencilla (I, escalada fácil) aunque tiene algún paso lateral expuesto que hay que recorrer con atención de no resbalar hacia el sur. Dejamos los bastones en la base del pico. En esta segunda cima llevábamos 5 horas y 4 min desde nuestra salida de Pineta. El tiempo seguía más o menos estable, aunque empezaban a formarse nubes de tormenta y el sol empezaba a desaparecer.
Una vez de vuelta a la base del Baudrimont NW, recogemos los bastones y seguimos bajando por la nieve en diagonal hacia el Este. En esta ocasión, en el descenso, tomamos la ruta correcta, manteniéndonos altos bajo la muralla del Baudrimont, trazando la diagonal por donde hay que tomarla, alta (algún mojón se veía, pero escasos).
Por fin, a los 13 km de ruta, en la cota 2.660 m, llegamos al gran Mojón de los Maquis que hemos comentado antes. Desde allí, hacia el norte la muralla cae a pico y no se ve un paso claro. Lo que hay que hacer es seguir hacia adelante, un poco a la derecha (SE) e ir girando hacia la izquierda conforme se pierde altura por una serie de terrazas en la concavidad de la muralla. No hay mojones pero se va viendo que se puede ir bajando, con cuidado, hasta una zona cóncava o fisura final, que se destrepa apoyando el culo, sin mayores problemas.
Una vez en la base de la muralla, sólo queda ir andando en descenso hacia el llano donde quedaba un pequeño nevero y luego trazar la horizontal, en suave ascenso, de vuelta en dirección al Collado de Añisclo (dirección ESE), al que llegaríamos a las 6 h y media de la salida de Pineta.
Nos quedaban los 1.140 m de descenso hasta el Valle de Pineta, que haríamos en una hora. Habitualmente se podría bajar más rápido corriendo por una senda "normal". Pero esta bajada de GR-11 a Pineta desde el Collado de Añisclo es bastante salvaje y no permite correr en muchos momentos. Incluso exige poner las manos para destrepar algunos tramos de roca. Como ya conocíamos las "particularidades" de esta "senda" no nos pilló por sorpresa y, a pesar del cansancio, salvamos todo ese desnivel en una última hora de buen trote.
Llegábamos de vuelta al Refugio de Pineta 7 horas y media tras la salida de esa mañana, justo a tiempo para llegar a la hora de comer.
Habíamos tenido suerte con el tiempo, pues ha sido una semana muy incierta con las tormentas y, unos días más tarde, esa misma ruta sería una osadía hacerla, con tormentas fuertes que cubrirían toda la visibilidad.
Muchas gracias a los cuatro, Oscar, Antonio, César y Claudia, por vuestra compañía, vuestro humor y apoyo constante. Ha sido un verdadero placer compartir con este grupo de cracks esta gran ruta.
Menudo ritmo lleváis. Casi no podía uno filmar y hacer fotos sin perderos, jaja!
Lo dicho, un placer.
Espero podamos repetir más días juntos en la montaña
Jorge García-Dihinx Villanova
Dejo aquí el resto de las fotos del día, los paisajes en esta zona tan alta son espectaculares
Llegando al hombro de Monte Perdido
Últimas rampas a la cima, por el suave hombro de Monte Perdido
Solos en la cima de Monte Perdido
Antonio y Oscar
Claudia Valero
Lago de Marboré y Brecha de Tucarroya
César y Claudia
Padre e hija
Selfie con vistas al cañón de Ordesa
Oscar y Antonio
Iniciamos el descenso
En el Cuello de Monte Perdido, con vista a la arista NW del Soum de Ramond, que César y Claudia recordaban de cuando la escalaron otro año
Negociando el nevero persistente del cuello de Monte Perdido, para volver
Vamos al Baudrimont NW o Mallo Tormosa, el tresmil que nos faltaba a algunos
En la arista del Baudrimont NW
Llegando a la cima del Baudrimont NW
Bajando del Baudrimont NW
Último nevero bajo el Baudrimont con vistas hacia La Larry y la Munia
De vuelta al collado de Añisclo
En el collado de Añisclo nos damos cuenta de la suerte que hemos tenido
Al fondo al sur se ven tormentas cayendo sobre Fiscal
Iniciando la bajada final al Valle de Pineta
César y Claudia
Ruta pintada a mano alzada sobre la imagen de Google Earth